sábado, 8 de junio de 2013

Usos, ventajas y desventajas de las INTERFACES


“INTERFAZ”


Todas las formas y medios que tiene el usuario para poder controlar e interactuar con el sistema domótico.
La tecnología ofrece muy diversas maneras de hacerlo, lo que permite que el usuario pueda seleccionar aquellas que mejor se acomoden a sus destrezas.

Por ejemplo, una persona con discapacidad intelectual o poco conocedora de la tecnología necesitará interfaces sencillas o incluso sistemas automatizados. Otros usuarios por ejemplo los que posean discapacidad visual o motriz necesitarán sistemas controlados por voz.



“ESCENARIOS”



Este concepto se refiere a que mediante un único comando a través de la interfaz (un único botón o una sola instrucción de voz) podemos interferir en varios sistemas o equipos a la vez.
Por ejemplo, a través de un solo botón “salida” podemos apagar las luces, activar la alarma de la puerta de entrada, bajar la temperatura de la calefacción, bajar las persianas, desconectar los electrodomésticos, etc.

- Mandos y Teclados


Es tal vez la manera más común de interfaz: mandos a distancia, teclados, botoneras,… podemos incluir desde los mandos más sencillos y con pocas teclas hasta paneles de control con pantalla. Existen dispositivos inalámbricos (tipo tablet PC) que permiten mediante una pantalla táctil controlar toda una instalación domótica.

En el caso de interfaces sencillas, cada tecla se corresponderá con una sola acción, para evitar crear confusión, pero esta acción puede englobar varias operaciones.

Los más complejos y con pantalla, suelen presentar una serie de menús, similares a los de un teléfono móvil o de un programa informático, a través del cual se pueden ir controlando todos los equipos y sistemas.

- Otras interfaces basadas en botones pueden ser: Las pulseras y colgantes de teleasistencia médica, Las botoneras de elevadores y grúas, y Los controles de las camas articuladas.

Inconveniente: Todos éstos sistemas son operables con las manos y normalmente también con la vista (salvo mandos sencillos con indicaciones en relieve con símbolos braille) por lo que aquellos usuarios con poca destreza manual, falta de movilidad en las manos o discapacidad visual, no podrán utilizarlos y tendrán que recurrir a otras interfaces.

- Posicionamiento del cuerpo

El propio cuerpo de la persona, con una determinada postura o con su presencia, puede ser el que active un mecanismo o desencadene una serie de acciones o de avisos.

El ejemplo más sencillo es el sensor de presencia, que al detectar el paso de una persona activa un sistema (una luz, la apertura de una puerta,..). También se utilizan para activar grifos, o para encender el secamanos, o para elevar mesas o muebles al detectar las piernas del usuario.

Hay sistemas más complejos basados en cámaras que analizan gestos y expresiones en la cara del usuario, como los que se utilizan para sustituir el uso del ratón al manejar un ordenador; con este sistema el usuario puede mover el cursor con la mirada o con el movimiento del mentón o las cejas, y hacer clic mediante otro tipo de gestos (pestaneo).

Inconvenientes: Los sensores de presencia han de estar correctamente situados, evitando zonas muertas y detectando a todo tipo de usuarios (algunos sistemas tienen dificultades con personas de poca talla o con usuarios de bastones o muletas).

- Los sistemas temporizados controlados por los sensores han de estar bien regulados. Por ejemplo: las luces de pasillos o escaleras han de dejar suficiente tiempo como para que aquellos usuarios que caminan más despacio puedan llegar a su destino sin quedarse a oscuras en el medio del camino.

Los sistemas más complejos, como el comentado para el control del ordenador mediante la cara, requieren de un entrenamiento previo de bastante duración.Control mediante la voz o el sonido

Son útiles para personas con problemas de movilidad, ya que no es necesario realizar ningún movimiento, funcionan sólo con la voz o mediante un sonido. Para personas con discapacidad visual o discapacidad intelectual (ya que se sustituyen conceptos, símbolos o textos complejos o abstractos por mensajes de voz).

Dentro de estos controles podemos distinguir varios subtipos:


Interfaces de introducción de voz: que interpretan la voz y la traducen a un lenguaje informático, como los programas de dictado automático, o el sistema de marcación por voz de teléfonos móviles.

Interfaces que responden a un sonido concreto: como aquellos que responden a una palmada o a un silbido, o que reaccionan al romperse un vidrio.

Interfaces con mensajes de voz: en este caso es la máquina o el equipo el que utiliza una voz para comunicar información al usuario. Es una interfaz muy frecuente en máquinas expendedoras, sistemas de atención telefónica, etc. Podríamos incluir aquí los escáneres utilizados por los usuarios con discapacidad visual, que son capaces de interpretar el texto impreso en un papel y “leerlo”.

Interfaces bidireccionales: permiten que se introduzcan órdenes y comandos mediante la voz y a su vez son capaces de responder con mensajes de voz.

Inconvenientes: Es el entrenamiento previo que ellos requieren, al tener que adaptar el sistema al timbre de voz del usuario. Si por algún motivo (por ejemplo un catarro) la voz del usuario cambia puede que no reconozca sus órdenes. Otro inconveniente serían las posibles interferencias causadas por ruidos, ecos, o por las voces de otras personas que podrían activar algún sistema. Por último no pueden ser utilizados por los usuarios con discapacidad auditiva o con problemas de dicción.

- Programadores horarios


Son útiles para controlar tareas repetitivas que se realizan siempre a la misma hora, automatizando su puesta en marcha sin que el usuario tenga que intervenir.

Ejemplos: control de la temperatura, puesta en marcha de electrodomésticos, control de encendido y apagado de luces, etc.

Inconvenientes: La tarea de programarlos, que no siempre es sencilla ni intuitiva. Otra desventaja es el hecho de que muchos de estos programadores se reinician cuando hay un corte de suministro eléctrico, lo que obliga a volver a reprogramarlo de nuevo.


La mayor parte de las instalaciones domóticas permiten la definición de distintos escenarios. La dificultad está en la manera de programar estos escenarios, que no siempre es sencilla.